¿QUE ES LA TRUFA?
El denominado diamante de la tierra de la cocina es un hongo que nace bajo tierra, en simbiosis con encinas, robles o avellanos, en suelos calcáreos y que necesita lluvias y tormentas en verano para alcanzar su madurez en invierno. La alternancia de lluvias y sol, conjugada con la especificidad de ciertos suelos, augura una alquimia misteriosa, a menudo aleatoria pero, a veces, mágica: el nacimiento de la trufa. Los conocedores de las truferas salvajes (lugares por supuesto secretos y situados en el bosque) saben que tras una jornada de búsqueda, igual pueden volver a casa de vacío o con unos cientos de gramos.

EL CULTIVO DE LA TRUFA
La trufa es un cultivo a medio largo plazo, en el que los árboles micorrizados que ahora estamos plantando van a estar en su máximo de producción en 15-30 años. Por ello es interesante fijarse en los modelos sobre cómo va a cambiar el clima en ese período de tiempo y estudiar el sitio donde se puede plantar la trufa: un terreno con piedras pero con un buen regadío puede dar óptimos resultados.
Dónde se cultiva y donde se encuentra: Italia, Francia, España, Eslovenia, Croacia e Romania, Hungría, Finlandia, Australia, USA, Egipto, China, etc.

COMO SE RECOGE LA TRUFA
Antaño su búsqueda, están ocultas en el subsuelo a unos 30 centímetros, se hacía con la ayuda de cerdos o de jabalíes. Hoy han sido sustituidos casi del todo por perros adiestrados. Un perro trufero no tiene precio.

ASPECTOS CULINARIOS DE LA TRUFA

La trufa combina con todo: en un arroz, con pasta, huevos, una rebanada de pan recién tostado, con aceite de oliva virgen y sal gruesa y encima unas finas láminas de trufa… ¡deliciosa!
Como se limpia: poner en agua fría durante unos minutos, luego cepillarlos con un cepillo: debe hacerse sólo antes de usar el producto.
Conservación: Una vez recogida, la trufa tiene dos enemigos, la luz solar y la humedad, y el único sistema para evitar su rápido deterioro es consumirla con rapidez.
De todas formas hay maneras de sacarle partido además de mantenerse un tiempo en el congelador o con un conservante líquido, como por ejemplo el brandy.

CURIOSIDADES SOBRE LA TRUFA

Romanos, Egipcios y en Babilonia consumían y decantaban sus virtudes, aunque en algunas épocas solo fue comida para marranos.