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Jordi Roca y Anna Payet, esposa del xef Joan Roca, en el edifició del nuevo proyecto de los Roca, Casa Cacau, una manufactura del chocolate y un hotel ubicado en la Plaça de Catalunya en pleno centro de Girona. Pere Duran / Nord Media
La fábrica de chocolate de Jordi Roca es un sueño hecho realidad. La idea del proyecto nació cuando un día en el restaurante Jordi y sus hermanos se plantearon un reto : «¿Podemos hacer chocolate en casa? Y lo hicimos, en El Celler, y estaba bueno».
Casa Cacao se encuentra situada en un céntrico y emblemático edificio de la Plaza de Catalunya de Girona. La planta baja de Casa Cacao cuenta con un obrador de chocolate, una tienda y una chocolatería, un sueño hecho realidad para Jordi Roca que soñaba desde hacía años con tener una fábrica de chocolate donde poder llevar a cabo sus propias elaboraciones.
«En el proceso de adentrarnos en el mundo del cacao he tenido la suerte de poder aprender de primera mano muchas cosas sobre el proceso de fermentación y secado de las habas de cacao y de las gentes que de manera artesanal lo realizan siguiendo métodos ancestrales – comenta Jordi – como los indígenas awajún de Perú que lo recolectan de zonas de la Amazonia donde crece salvaje. Siguiendo la estela del movimiento “Bean to bar”, les compramos directamente el grano de cacao a ellos, de manera que podemos pagarles un precio justo por la mejor calidad».
El obrador
El obrador dispone de un espacio visible a pie de calle que muestra cómo se trabaja y se elabora el cacao desde el grano al chocolate. La tienda permite poderse llevar a casa o en la maleta las chocolatessens de Casa Cacao. Los productos están empaquetados con materiales que provienen del reciclado de fibras de cacao. En la chocolatería se pueden degustar elaboraciones de chocolate con cacao de origen de alta calidad, en forma de bebidas frías y calientes o elaboraciones sólidas, además de una cuidada oferta de pastelería con el sello Roca.
«Queremos compartir con nuestros visitantes la elaboración desde su punto 0, hacer pedagogía no sólo de la belleza de este producto y sus transformaciones. También sobre la amplia gama de sabores de los granos de cacao que hemos conocido. Además de dulce o amargo, el chocolate puede ser ácido o afrutado y tener otros mil acentos con los que jugaremos. Puede incluso tener un color claro como el del chocolate con leche, aún en su formato con un 80% de cacao, si utilizamos una variedad de cacao blanco. Los sentidos de quienes nos visiten se verán sorprendidos y descubrirán cosas nuevas sobre esta maravillosa materia prima que puede transformar, ya sea vigorizando o relajando, el estado de ánimo de quién lo toma”.
El Hotel
En las plantas superiores, el Hotel Casa Cacao culmina el sueño personal de otro conocido miembro de la familia Roca, Anna Payet, quien asumiendo la dirección del hotel de Casa Cacao cumple con una asignatura vocacional pendiente. Vinculada al ámbito turístico desde el mundo docente durante 20 años, y cómplice de la actividad de El Celler de Can Roca desde sus inicios, Anna ve en el hotel la posibilidad de poder recibir el testigo de la filosofía de la hospitalidad de la familia Roca. “Hace años que los clientes del restaurante nos animaban a abrir un pequeño hotel. Éste, es una prolongación de la hospitalidad y el modo de servir del propio El Celler de Can Roca, con lo que cerraremos un círculo. No pretendemos otra cosa que nuestros huéspedes, sean o no clientes del restaurante, se sientan como en casa”.
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