Del 26 al 30 de septiembre en el Parque Dora de Turín (Italia),Terra Madre Salone del Gusto 2024 se movilizaràn muchas energías. Cinco intensos días dedicados al gusto y la cultura gastronómica a través de masterclasses, degustaciones y ponencias para activar las energías del cambio mundial, con la intencion de fomentar el bienestar alimentario y animal, la sostenibilidad y la protección del territorio.

Por esta causa llegaron a Turín, Italia, 3.000 delegados de 120 países, representando al mundo entero con sus trajes y equipajes tradicionales, resaltando los diferentes colores y los pueblos a los que pertenecen. Muchos de ellos son pueblos indígenas, muchos de ellos vienen de zonas rurales y han tenido que viajar durante días para llegar a Turín. Estaban listos para celebrar el XX aniversario desde la primera edición de este encuentro que cambió la historia del movimiendo alimentario en todo el mundo.

Edward Mukiibi, Presidente de Slow Food, se ha dirigido apasionadamente a los delegados reunidos junto a un escenario en el Parque Dora para la inauguración del evento:

«En 2008 participé por primera vez en Terra Madre. Cambió por completo mi visión, como agrónomo y como joven agricultor. Vine como delegado y me fui como activista. Ahora soy el presidente de Slow Food. Cuando echo la vista atrás a estos 20 años, veo los esfuerzos y el gran trabajo que han hecho todas las personas que han estado aquí en el pasado. Pienso en todos los delegados que no han podido venir por culpa de las guerras que azotan gran parte del mundo. Estamos con ellos, nos solidarizamos con ellos y ellos también están aquí con nosotros. Terra Madre significa unión en la diversidad, es una red de apoyo, pacífica y tolerante. Estamos felices de estar aquí, pero no podemos olvidar las crisis sociales, ambientales y climáticas, así como las injusticias que tenemos ante nosotros. No podemos ignorar la urgenca ni cómo están interrelacionadas estas crisis. El cambio debe empezar ya, y empezará desde aquí».

Mukiibi añadió: «Terra Madre representa la historia de la red de Slow Food y el trabajo que ha llevado a cabo.

Tiene un significado simbólico para reflexionar sobre el futuro del movimiento, así como del sistema alimentario. Es una oportunidad para reunir a la red y fortalecer nuestra familia mundial, y para tomar medidas para crear un futuro mejor para todo el mundo, cuidando de la naturaleza como la naturaleza siempre ha cuidado de nosotros».

Carlo Petrini, el fundador de Slow Food, recomendó: «Es el momento de volver a empezar desde el punto de vista político y cultural, esta edición de Terra Madre requiere un esfuerto consecuente para representar no solo a los que han trabajado con nosotros en los últimos 20 años sino también por aquellos que lo harán en el futuro. La alimentación es fundamental en la transición ecológica global, representa un bien común y las relaciones, debemos romper con este mecanismo perverso que permite a ciertas multinacionales generar enormes beneficios monopolizando la producción almentaria».

En la ceremonia se leyó un mensaje de solidaridad y cercanía del Papa Francisco, en el que recordó el gran dolor y la violencia que afligen a la región amazónica, el «corazón biológico» del planeta, donde viven 33 millones de personas, 2 millones y medio de las cuales son indígenas, muchas veces obligados a soportar las decisiones de aquellos cuyo único credo es la tecnocracia y el dinero.

Dali Nolasco Cruz, miembro de la Junta de Slow Food y referente de la Red de Pueblos Indígenas, ha declarado: «Terra Madre es una oportunidad para que los pueblos indígenas recuerden a todo el mundo que somos los principales defensores de la biodiversidad. Tenemos que cambiar el mundo. Hacemos un llamado urgente a todos: nosotros, los pueblos indígenas, necesitamos este cambio, por todos nosotros».