Maxi-trufa, “Tuber Aestivum”, trufa negra de verano de más de un kilo desenterrada por el olfato infalible de un braco pointer (perro de raza italiana) en el campo de Città di Castello. El trufero: «No he visto nada igual en 40 años». Un hallazgo récord para Romolo Lazzari, de 79 años, quien se dedica desde hace más de 40 años a la búsqueda del delicioso producto local.

Experto tipógrafo, luego fundador junto con sus hijos de “Bottega Tifernate” (empresa líder internacional en la reproducción de obras de arte) admite entre la alegría y la emoción que nunca había visto algo así.

“Una maravilla de la naturaleza”, exclamó, una trufa negra de verano con un peso de 1,79 kilos para ser precisos, de un solo tamaño que estaba conectada a otras dos trufas de más de doscientos gramos.

«El mérito no es mío – explica Romolo Lazzari – sino del perro, Pepe, un pointer de seis años. Cuando con su machete especial lo ayude a sacarla de la tierra no podía creer lo que veía. Fue una inmensa satisfacción e inmediatamente recompensé Pepe con una buena dosis de croquetas».

“Esta noticia es buena para el sector y sin duda es de buen augurio también para la próxima apertura de la temporada de la trufa a finales de septiembre», comenta Giuliano Martinelli, empresario, presidente regional del sector alimentario del Cna Umbría, según el cual «la la temporada se abre con buenas premisas y, salvo cambios sensacionales de temperatura, debe haber mucho en el otoño después dos años de escasez de producto y precios por las nubes».

La caza de trufas en el valle superior del rio Tiber involucra a más de 1.000 apasionados entre ellos jóvenes y mujeres cada vez más numerosos, y más de 4.000 perros.

«Todo el sector aspira a ser cada vez más el faro de la economía y de la promoción del territorio con en el centro eventos como la Exposición del “Mercado Nacional de la Trufa Blanca de Città di Castello”, afirma el concejal de Turismo y Comercio, Letizia Guerri.

El conocido chef Pierluigi Manfroni recomienda utilizar la trufa de verano sobre «un primer plato de pasta sin huevo, por ejemplo “strangozzi” tirados a mano cocinados al dente en caldo de carne y luego sazonados con una crema de trufa de verano, mantequilla o aceite. Entonces una vez servido, un buen final de trufa rallada.